El síndrome de burnout en Chile
El síndrome de burnout es una condición que afecta a muchos profesionales de la salud, especialmente en tiempos de pandemia. Se trata de un estado de agotamiento físico, emocional y mental que se produce por el estrés crónico asociado al trabajo. El burnout puede tener consecuencias negativas tanto para la salud de los trabajadores como para la calidad de la atención que brindan a los pacientes.
En este artículo, te explicaremos qué es el burnout, cuáles son sus síntomas, cómo se diagnostica y qué medidas se pueden tomar para prevenirlo y tratarlo. Además, te mostraremos algunos datos sobre la prevalencia y el impacto del burnout en el personal de salud en Chile, basados en estudios recientes.
¿Qué es el burnout?
El término burnout fue acuñado por el psiquiatra Herbert Freudenberger en la década de los 70, para describir el desgaste profesional que observó en algunos trabajadores de servicios humanos, como médicos, enfermeras, maestros y policías.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el burnout es un síndrome que se caracteriza por tres dimensiones:
- Agotamiento emocional: se refiere a la sensación de estar sobrepasado y exhausto por las demandas laborales.
- Despersonalización: se refiere al desarrollo de actitudes negativas y cínicas hacia el trabajo y las personas a las que se atiende.
- Falta de realización personal: se refiere a la percepción de una baja eficacia y satisfacción con el trabajo.
El burnout no es una enfermedad en sí misma, sino un fenómeno psicosocial que puede derivar en problemas de salud física y mental, como depresión, ansiedad, insomnio, fatiga, dolores musculares, problemas cardiovasculares e inmunológicos, entre otros.
¿Qué causa el burnout?
El burnout es el resultado de una interacción compleja entre factores individuales y organizacionales. Algunos de los factores individuales que pueden predisponer al burnout son:
- Personalidad perfeccionista o autoexigente
- Baja autoestima o autoeficacia
- Dificultad para manejar el estrés o las emociones
- Falta de apoyo social o familiar
- Conflictos entre el trabajo y la vida personal
Algunos de los factores organizacionales que pueden contribuir al burnout son:
- Exceso o falta de carga laboral
- Ambigüedad o contradicción en las funciones o expectativas
- Falta de autonomía o participación en las decisiones
- Falta de reconocimiento o recompensa
- Falta de recursos o condiciones adecuadas
- Relaciones conflictivas o poco solidarias con los superiores o los compañeros
¿Cómo se manifiesta el burnout?
El burnout puede manifestarse de diferentes formas, dependiendo del grado y la duración del estrés laboral. Algunos de los síntomas más comunes son:
- Irritabilidad, frustración o enfado
- Desmotivación, apatía o aburrimiento
- Aislamiento, indiferencia o cinismo
- Ansiedad, angustia o tristeza
- Dificultad para concentrarse o recordar
- Bajo rendimiento o calidad del trabajo
- Errores o descuidos frecuentes
- Absentismo o presentismo laboral
- Consumo de alcohol, tabaco u otras sustancias
¿Cómo se diagnostica el burnout?
No existe un criterio único ni una prueba específica para diagnosticar el burnout. Sin embargo, existen algunos instrumentos que pueden ayudar a evaluarlo, como el Maslach Burnout Inventory (MBI), que es el más utilizado a nivel mundial.
El MBI es un cuestionario que mide las tres dimensiones del burnout: agotamiento emocional, despersonalización y falta de realización personal. Según los resultados obtenidos, se puede clasificar a los trabajadores en cuatro categorías:
- Sin burnout: presentan niveles bajos de agotamiento emocional y despersonalización, y niveles altos de realización personal.
- Riesgo de burnout: presentan niveles moderados de agotamiento emocional y despersonalización, y niveles moderados o bajos de realización personal.
- Burnout moderado: presentan niveles altos de agotamiento emocional y despersonalización, y niveles moderados o bajos de realización personal.
- Burnout severo: presentan niveles muy altos de agotamiento emocional y despersonalización, y niveles muy bajos de realización personal.
Es importante destacar que el diagnóstico del burnout debe ser realizado por un profesional de la salud, que pueda descartar otras condiciones médicas o psiquiátricas que puedan explicar los síntomas. Además, el diagnóstico debe considerar el contexto laboral y personal de cada trabajador, así como sus expectativas y necesidades.
¿Cómo se previene y se trata el burnout?
La prevención y el tratamiento del burnout requieren de un abordaje integral, que involucre tanto a los trabajadores como a las organizaciones. Algunas de las medidas que se pueden tomar son:
- Fomentar una cultura laboral positiva, basada en el respeto, la comunicación, la colaboración y el reconocimiento.
- Promover un clima laboral saludable, que garantice unas condiciones físicas y psicológicas adecuadas para el trabajo.
- Establecer unos objetivos claros, realistas y coherentes, que permitan una planificación y una evaluación del trabajo.
- Ofrecer una formación continua y una retroalimentación constructiva, que favorezcan el desarrollo profesional y personal.
- Facilitar una participación activa y una autonomía responsable, que potencien el sentido y la motivación por el trabajo.
- Proporcionar un apoyo social y emocional, tanto por parte de los superiores como de los compañeros.
- Fomentar un equilibrio entre el trabajo y la vida personal, respetando los tiempos de descanso y ocio.
- Fomentar hábitos de vida saludables, como una alimentación equilibrada, una actividad física regular y un sueño reparador.
- Buscar ayuda profesional cuando sea necesario, para recibir un tratamiento adecuado según el caso.
¿Qué pasa con el burnout en Chile?
El burnout es un problema que afecta a muchos profesionales de la salud en Chile, especialmente en tiempos de pandemia. Según un estudio realizado por la Universidad San Sebastián en junio de 2020, el 36% de los trabajadores de salud de una clínica privada presentaba niveles altos de burnout. Además, el 31% presentaba niveles altos de agotamiento emocional, el 33% presentaba niveles bajos de realización personal y el 30% presentaba niveles altos de despersonalización.
Estos resultados son preocupantes, ya que pueden afectar la salud física y mental de los trabajadores, así como la calidad y la seguridad de la atención que brindan a los pacientes. Por ello, es necesario implementar medidas urgentes para prevenir y tratar el burnout en el personal de salud, tanto a nivel individual como organizacional.
Para prevenir y tratar el burnout se requiere un abordaje integral, que involucre tanto a los trabajadores como a las organizaciones. Se deben fomentar una cultura laboral positiva, un clima laboral saludable, unos objetivos claros y realistas, una formación continua y una retroalimentación constructiva, una participación activa y una autonomía responsable, un apoyo social y emocional, un equilibrio entre el trabajo y la vida personal, unos hábitos de vida saludables y una ayuda profesional cuando sea necesario.
El burnout es un problema que afecta a muchos profesionales de la salud en Chile, especialmente en tiempos de pandemia. Según un estudio realizado por la Universidad San Sebastián en junio de 2020, el 36% de los trabajadores de salud de una clínica privada presentaba niveles altos de burnout.
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